Enmarcado en el programa de formación interna que la Fundación tiene en marcha, nos hemos trasladado a Valencia a conocer a este grupo de pensadores.
“cogito ergo sum “ que dijo Descartes o su traducción más literal “Pienso, luego soy”. De ahí nace la lección de empoderamiento que aprendimos este jueves en Valencia. Hemos tenido la suerte de participar en una de las clases de la Escuela de Pensamiento Libre, donde hemos descubierto que todos pensamos, pero que si no lo ejercitamos continuamente y lo compartimos con otros pensadores, la calidad de nuestros pensamientos disminuye. Entendemos que es difícil de explicar si no vives una de estas clases donde el pensamiento de los participantes va haciendo que tu pensamiento trabaje al 120 %.
Por intentar resumir, diremos que el encuentro participaron 33 personas dedicadas durante 8 horas a compartir pensamientos, a practicar el pensamiento crítico, a pensar sobre las emociones y los valores, y que se despidieron pensando en cuando volverían a juntarse para pensar.
Ha sido un placer, y agradecemos la acogida y el mimo con el que nos habéis acompañado hasta el arte de pensar y de hacerlo libremente, sin barreras, sin prejuicios, valorando capacidades. Gracias a toda la promoción 2018 de la Escuela de Pensamiento Libre de Valencia y especialmente a su claustro de profesores (al que no nombramos individualmente por miedo a olvidarnos de alguno), y gracias especialmente por a Juan Carlos por su atención.
Suerte para los futuros maestros socráticos.