Hace unos días os contábamos lo bien que lo pasamos en el sur y ahora es el turno de hablar de los veraneantes del norte. El destino elegido por uno de los grupos fue Cambados, hace unos años ya estuvimos allí con algunos participantes y es que Galicia tiene algo que enamora y hace que quieras volver una y otra vez.
Con muchísimas ganas y algunos nervios nos fuimos al norte para compartir días con los amigos en los que no faltó detalle.
Han sido unas vacaciones bastante acuáticas en las que disfrutamos de la playa de la Lanzada, de la piscina de la casa, del spa de la Toja, del barco de los mejillones con nuestro amigo Alberto y también de la ruta tan chula que nos hacen las “marisqueiras de la zona”, hasta nos enfundamos las botas para aprender sobre su oficio y lo duro que trabajan para que podamos comer mariscos de primera calidad.
Como todos sabemos en Galicia el tiempo puede acompañar o no, y los días que fueron mas nublados, aprovechamos para hacer un poco de turismo por Pontevedra, además contamos con Carlos, uno de los participantes que tiene raíces de la ciudad y nos hizo de guía contándonos las curiosidades.
También visitamos Combarro, un pueblecito pesquero reconocido por los hórreos y pudimos pasear por sus callecitas que tienen tanto encanto.
Hemos pasado unos días maravillosos en los que hemos compartido muchas vivencias y ya estamos deseando vivir mas aventuras juntos.
Las personas con discapacidad tienen los mismos derechos a disfrutar del turismo y del ocio en época de vacaciones. Además, han de ser ellos mismos lo que elijan dónde, cuándo y con quién quieren hacerlo.
