Los jóvenes del Club de encuentro disfrutaron de una tarde jugando al Bingo.
El colegio Trinitarias se convirtió en una sala de Bingo, donde los jugadores perdían los nervios cada vez que una bola caía del bombo y se cantaba el número. El trabajo de ver si coincidía el numero de la bola con el de su cartón daba mucha más emoción, aunque los momentos más emocionantes fueron cuando cantaron línea Daniel e Iñigo, y cuando cantaron bingo Natalia y María. Todos estuvimos muy cerca de conseguir el premio pero tendremos que esperar para la siguiente partida, donde seguramente la suerte nos sonría de nuevo.
Las personas con discapacidad tienen los mismos derechos a disfrutar del turismo y del ocio en época de vacaciones. Además, han de ser ellos mismos lo que elijan dónde, cuándo y con quién quieren hacerlo.
